La tejedora Fresia Moscoso Mamani de la localidad de Cariquima, en la comuna de Colchane, con una manta Tata Inti obtuvo, junto con siete cultores nacionales, el Sello Artesanía Indígena 2016. Reconocimiento, entregado por primera vez por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), a través de su Departamento de Pueblos Originarios y con la colaboración del Programa de Artesanía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, distinguió siete piezas representantes de cinco pueblos originarios: aymara, kawésqar, colla, mapuche y rapa nui.
El Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, destacó que este reconocimiento se enmarca en el trabajo que está desarrollando el CNCA en materia de revitalización de las culturas y las artes indígenas. “Esta es una distinción que va dirigida a las obras que se constituyen en una manifestación de conocimientos y expresión estética de una cultura originaria. Conjuga formas, contenidos, valor simbólico, materialidades y técnicas artesanales tradicionales de cada pueblo indígena. En definitiva, es una forma de visibilizar sus expresiones culturales, incentivando su fomento y difusión”.
Esta distinción es entregada a las obras que se constituyen en una manifestación de conocimientos y expresión estética de una cultura originaria al conjugar formas, contenidos, valor simbólico, materialidades y técnicas artesanales tradicionales del pueblo indígena del creador/a. Asimismo, el Sello Artesanía Indígena se propone desarrollar instancias de visibilización de estas expresiones culturales e incentivar su difusión.
El listado de obras reconocidas incluye también unos zarcillos de plata 950, de María Gómez Soto y Mercedes Mamani Huanca; tres fajas aymara, de Isabel Challapa Castro; una alforja colla, de Eva Bórquez Veragua; un chaiwe mapuche, de Ángela Riquelme Elizondo; y un moai Hoa Haka Nana Ia rapa nui, de William Atán Brant.
Las obras seleccionadas y sus creadores(as) serán reconocidos con el certificado oficial del Sello Artesanía Indígena y obtendrán una compensación económica de un millón de pesos, entre otros beneficios.
El jurado estuvo constituido por especialistas en el área: José Ancan, jefe del Departamento de Pueblos Originarios del Consejo de la Cultura; Luis Pate Riroroco, artesano en madera de Rapa Nui; Clorinda Antinao, investigadora de la lengua y platería mapuche durante más de 40 años; y Violeta Lorena Lemunguier, artífice en arte textil de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
También participaron como jurado María Celina Rodríguez, de la Escuela de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Elena Alfaro, Directora del Programa de Artesanía de la Universidad Católica; Pedro Mege, director del Centro de Estudios interculturales e Indígenas, CIIR, PUC-FONDAP; Berta Santos, especialista en Arte Aplicado con especialidad en Cerámica y conservadora del patrimonio arqueológico de la colección de la Universidad de Tarapacá; y Paulina Jélvez, diseñadora UC, Coordinadora de Proyectos del Programa de Artesanía y especialista textil del comité de expertos de Artesanías de Chile.
LOS DISTINGUIDOS
Manta Tata Inti
Fresia Moscoso Mamani.
Pueblo aymara.
Localidad: Cariquina, comuna de Colchane, Región de Tarapacá.
Producto desarrollado con lana de alpaca de producción propia, que es tratada e hilada de manera artesanal y que luego trabaja en la labor del tejido en un telar de 4 estacas. La técnica de tejido ha sido trasmitida de generación en generación. Su diseño y proceso de producción tradicional se mantiene vivo en la localidad de Cariquina, en Colchane.
Fresia Moscoso Mamani, artesana aymara en la comuna de Colchane de la Región de Tarapacá, desde niña comenzó el aprendizaje de este oficio de manos de su madre, hasta convertirse en una diestra exponente de esta técnica, la que lleva desarrollando más de 42 años.
Fajas
Isabel Challapa Castro.
Pueblo aymara.
Localidad: Enquelga, Isluga, Comuna de Colchane Región de Tarapacá.
Esta línea de tres fajas, Faja Kile, Faja Chilenito y Faja Carnero, conforman una obra que reúne los tres tipos de faja tradicionales de la comunidad de Isluga, ya que su materia prima, el telar ancestral y los diseños son heredados de generación en generación. La confección de las mismas comienza con la preparación del vellón, el que luego se hila y tiñe en caso de que sea necesario. El tejido se realiza en un telar de cintura tradicional, que permite la confección de piezas textiles de gran calidad y resistencia.
Isabel Challapa Castro, artesana textil aymara con más de 58 años de trayectoria, confecciona este tipo de artesanías respetando los diseños ancestrales, con el fin de rescatar y relevar el valor de la artesanía tradicional de la comunidad de Islunga. Aprendió de su madre y transmitió sus conocimientos a su hija, aportando así al rescate de artesanía tradicional.
Más información en: http://www.cultura.gob.cl/sello-artesania-indigena/