Dando a conocer el trabajo realizado en la antesala de las Fiestas Patrias, la Seremi de Salud junto a la dirección regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) desarrollaron una fiscalización en una carnicería del centro de Iquique, donde entregaron recomendaciones a la ciudadanía para tener un consumo seguro de alimentos durante las celebraciones.
Respecto a la labor de la autoridad sanitaria, la seremi de Salud, Patricia Ramírez, informó que a la fecha se han efectuado 85 fiscalizaciones a carnicerías, distribuidoras y fábricas de empanadas, lo cual ha generado 11 sumarios sanitarios y una prohibición de funcionamiento a un local de empanadas en Pozo Almonte.
“Los principales problemas en los decomisos que hemos tenido, que suman 884 kilos de productos cárneos, han sido por pérdida de la cadena de frío, por condiciones organolépticas no adecuadas para su venta y por problemas en la fecha de vencimiento, así que es muy importante que las personas se fijen en la fecha de vencimiento de cada producto y en las condiciones de cada producto antes de consumirlo”, declaró Ramírez, quien agregó que también el público debe prestar atención a las condiciones higiénicas de los vendedores y los locales donde realiza sus compras.
Ramírez remarcó que la institución está “fiscalizando las distintas instalaciones como carnicerías, también los supermercados, la zona franca, todos los lugares que suelen abastecer durante estas fechas, y en las fábricas de empanadas para que así el público compre con tranquilidad”.
Finalmente, la autoridad recalcó la importancia de comprar sólo en lugares autorizados, evitar la contaminación cruzada, mantener la cadena de frío y realizar un correcto lavado de manos al manipular alimentos.
SAG
Por su parte, el director regional del SAG, César Cardozo, explicó que durante Fiestas Patrias, el Servicio refuerza su fiscalización habitual de la Ley de Carnes Nº 19.162 a objeto de que los habitantes de la región puedan comprar con confianza carne de buena calidad y orientarla para que se fije en los diversos aspectos que aseguran un buen corte.
Al respecto, precisó que la labor del SAG es corroborar que los cortes a la venta estén correctamente rotulados con su nombre oficial y se indique su categoría que puede ser V, C, U, N y O de acuerdo a la edad y la grasa del animal faenado, así como también se revisó la documentación tributaria que respalda el origen de la carne nacional o importada a la venta en el local.
“La fiscalización a carnicerías es una actividad permanente del Servicio y que tiene como propósito lograr una mayor transparencia en la cadena de comercialización de las carnes tanto nacionales como importadas, con el fin de asegurar a la comunidad que el producto que compra cumple con las exigencias sanitarias, al igual que hayan sido faenadas en mataderos autorizados y cumplan la normativa de tipificación de carne y nomenclatura de los cortes”, acotó Cardozo.
CHICHA
De igual forma, profesionales del SAG acudieron hasta el sector del Cementerio Nº3 donde se expende a público la tradicional chicha producida en las localidades de San Felipe, Los Andes y Villa Alegre.
Según la ley 18.455 que regula la elaboración de alcoholes, es el SAG quien debe certificar la genuinidad y la potabilidad de los vinos y licores, para lo cual se les exige a los/as comerciantes de este alcohol típico presentar las facturas y guías de despachos que demuestren la cantidad y origen de la bebida fermentada, además de tomar muestras del producto para su análisis en laboratorio, y así garantizar que cumpla con las normativas vigentes.
Cardozo, recordó que la chicha es el único producto que la ley autoriza a comercializar en envases abiertos, por lo que siempre existe un riesgo de adulteración. «Y es por eso que queremos que los consumidores tengan muy claro en qué deben fijarse al momento de adquirir este producto: para la elaboración de la chicha está prohibida la adición de agua, el uso de endulzantes artificiales no permitidos, como sacarina, el uso de preservantes no autorizados y la elaboración a partir de materias primas no autorizadas» dijo.
De igual forma, indicó que toda la chicha que se expenda en supermercados debe estar etiquetada, señalándose el nombre y dirección del envasador, el tipo de producto (chicha), su grado alcohólico (11,5 ° máximo) y el volumen. “Por lo que llamamos a la comunidad a adquirir chichas sin ningún olor extraño, porque lo normal es un buen aroma, entre fruta y vino; sin sabor a sacarina, sin partículas en suspensión, y en el caso de dudas sobre el producto, a exigir procedencia con documentación de respaldo”, puntualizó.