Este recinto educativo busca valorar y conservar el patrimonio natural y cultural de la región y convertirse en un polo de desarrollo turístico.
En el sector del salar de Llamara de la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, se construirá un moderno Centro de Educación Ambiental (CEDAM) con la finalidad de relevar el patrimonio ambiental del lugar.
El CEDAM es una iniciativa que se desarrollará en el marco de la resolución de calificación ambiental del proyecto Pampa Hermosa de la empresa SQM, donde se ha considerado la construcción de este centro educativo para promover el desarrollo sustentable y la educación ambiental, a modo de valorar y conservar el patrimonio natural y cultural de la Región de Tarapacá. Además, el objetivo es convertir el CEDAM en un polo de desarrollo turístico para la región, potenciando su riqueza y rescatando el valor científico de este salar.
Actualmente el sector posee un sendero y estaciones informativas en las cuales se explica la biodiversidad que presenta este salar, destacando la existencia de especies de flora y fauna protegida, además las reconocidas cianobacterias que dieron origen a la vida en el planeta.
Para complementar esta infraestructura, se iniciarán las obras del CEDAM que en su arquitectura prima su diseño que respeta el entorno y que será construido considerando altos estándares de sustentabilidad, incorporando criterios de eficiencia energética y uso de energías renovables, destacando además la materialidad local. Se espera que a mediados de este año abra sus puertas al público.
Juan Ignacio Boudon, director de CONAF, indicó que, “actualmente los humedales están catalogados de gran vulnerabilidad y fragilidad, debido a diversas presiones que existen sobre ellos. Por eso es de importancia difundir el valor que poseen y que la ciudadanía sepa que su pérdida sería irreparable. Por este motivo, el nuevo CEDAM de Llamara será un importante aporte para difundir su importancia ambiental y científica”.
El salar de Llamara es el único humedal ubicado en la depresión intermedia de la región, que además es reconocido por poseer el último relicto de bosque nativo de tamarugo. Además posee un acuífero muy importante y frágil, donde es posible apreciar tres lagunas o puquios, que emergen por la floración de aguas subterráneas y que es alimentado por diversas quebradas de la zona que sostienen la vida de este ecosistema.
Sus aguas también son mundialmente conocidas, pues presentan estromatolitos o cianobacterias, que son estructuras estratificadas o laminadas que se ven como columnas creciendo dentro del agua. Estas cianobacterias aparecieron hace unos tres mil quinientos millones de años, y se consideran las principales responsables del surgimiento de la vida como la conocemos hoy en nuestro planeta. “En muy pocos lugares del mundo es posible apreciar estas formaciones, por eso este sitio adquiere especial relevancia”, concluye Boudon.