Siempre los términos de año son momentos de balance de lo realizado, además de un espacio para mirar el futuro y los desafíos que traerá consigo.
Como Gobierno Regional hemos trabajado arduamente durante este 2016 que concluye, con la convicción que continuar la senda de desarrollo de Tarapacá depende de que seamos capaces de poner en el centro de nuestros esfuerzos a las personas y a sus necesidades, con una mirada de equidad e inclusión.
Sin duda hemos avanzado en muchos ámbitos: en soluciones sanitarias y de servicios básicos, que dignifican a tarapaqueños de nuestras caletas, Alto Hospicio, Pozo Almonte y Colchane; en materia de emergencias y protección civil, donde podemos decir con certeza que somos una de las regiones mejor preparadas en Chile; en infraestructura, conectando nuestra región con caminos de un mejor estándar; en vivienda, donde muchas familias han logrado el anhelado sueño de un techo digno donde construir un hogar; y en tantos otros ámbitos difíciles de resumir en tan breves líneas.
Estos logros han sido posibles gracias al compromiso de quienes forman parte de los equipos del Gobierno Regional, de los servicios públicos, de los municipios y también por la colaboración de la empresa privada, de dirigentes sociales y a la energía de una comunidad empoderada y participativa.
Agradezco a todos ellos el trabajo realizado, porque lo han hecho con el corazón y con la convicción de ser capaces de enfrentar cualquier desafío si el objetivo que nos convoca es el desarrollo de Tarapacá.
Es ese mismo espíritu el que nos dará la energía necesaria para que el 2017 sea un año de logros regionales en materia de salud, vivienda, innovación y emprendimiento, deportes, cultura y todos aquellos ámbitos que entregarán a cada uno de los habitantes de Tarapacá la alegría de haber mejorado su calidad de vida.
Ese es el mejor regalo que podemos darnos unos a otros, el más hermoso compromiso que estamos todos convocados a suscribir y mi mayor anhelo para este año que se avecina.