Este Monumento Histórico aspira a adquirir la categoría de Patrimonio Mundial de la Humanidad ante UNESCO, postulación en la cual trabaja la Fundación Geoglifos de Tarapacá.
Con el registro de alrededor mil figuras dispuestas a lo largo de varios kilómetros, Geoglifos de Pintados es uno de los yacimientos arqueológicos con mayor concentración de este tipo de arte rupestre en el país. Precisamente éste es uno de los atributos que la Fundación Geoglifos de Tarapacá está relevando para otorgar una protección internacional a este Monumento Histórico.
La fundación integrada por las universidades Arturo Prat y Católica del Norte, además de CONAF, ha dado los primeros pasos para avanzar en la postulación ante UNESCO y convertir a Pintados en un nuevo sitio Patrimonio Mundial de la Humanidad para el país. El primer hito de este proceso, ha sido la entrega de un informe al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que solicita la incorporación del sitio a la Lista Tentativa de Bienes Culturales de Chile, para luego avanzar con el proceso internacional ante la Organización de las Naciones Unidas.
El Dr. Guillermo Chong, presidente de la Fundación Geoglifos de Tarapacá, señaló que se han aunado diversos esfuerzos, ya que “tenemos la convicción que Pintados es un sitio patrimonial de relieve mundial. Ya hemos presentado el informe, el cual ha tenido buena recepción de las autoridades y expertos, y, a la vez, estamos trabajando en una serie de proyectos para potenciar el sitio, por ejemplo, en el actual Centro de Visitantes, en programas educativos para colegios, relaciones con las comunidades y programas de difusión, entre otros”.
A su vez, Chong agregó que Pintados “es un notable representante de la gran cantidad, variedad y calidad artística de los diseños de este tipo de arte rupestre”. Descritos desde el siglo XIX por viajeros, científicos y naturalistas que conocieron o trabajaron en la Pampa del Tamarugal, este yacimiento arqueológico encierra, hasta el día de hoy, diversas incógnitas en la interpretación de sus imágenes.
“El sitio fue elegido sobre la base de un profundo conocimiento de los ecosistemas del desierto. Los senderos que lo recorren se han trazado buscando ventajas físicas para el tránsito de las rutas caravaneras. En este marco, los símbolos fueron construidos para ser visibilizados en un lugar inhóspito y han permanecido allí a través del tiempo, realizados con una mentalidad para planificar y aprovechar plenamente el sitio físico donde fueron realizados”, relató Chong.
A este importante patrimonio cultural se asocia mucho interés por su variedad y exclusividad. “Antes de la pandemia, en este sitio de la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, recibíamos del orden de 20 mil personas al año, gran parte de ellos extranjeros, visitantes que sienten atracción por estas excepcionales manifestaciones de antiguos pueblos andinos que aprendieron a convivir con el desierto creando rutas comerciales y culturales”, indicó Juan Ignacio Boudon, director regional de CONAF, entidad que administra el lugar.
Finalmente, Guillermo Chong, concluyó que “en la fundación tenemos confianza en que se logrará el reconocimiento internacional por el valor universal excepcional del sitio y el entorno natural, cultural e histórico que lo alberga, a lo que se debe agregar el mensaje silencioso de nuestros antepasados. Por estas razones, su conservación y su proyección hacia generaciones futuras compromete al Estado, a las comunidades locales, autoridades y organizaciones y personas, en el marco de un propósito único de cooperación”.