Se constituiría como el primer monumento histórico de la comuna de Alto Hospicio.
En votación unánime, los miembros del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) acogieron la solicitud de declaratoria como Monumento Histórico del asentamiento minero San Agustín Huantajaya, ubicado en la comuna de Alto Hospicio, Región de Tarapacá, un poblado que data del siglo XVIII de alto valor arqueo-histórico. Junto con ello, acordaron solicitar al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio la dictación del decreto respectivo con el perímetro propuesto.
Los consejeros -en su sesión del miércoles 12 de agosto- agradecieron y valoraron el compromiso de la comunidad y las distintas autoridades locales que han participado e impulsado este proceso de declaratoria que comenzó en 2011 y que ha contado con el trabajo sistemático de los arqueólogos Víctor Bugueño y Horacio Larraín.
“Estamos muy alegres con esta decisión que tomamos unánimemente desde el Consejo de Monumentos y que significará proteger y declarar el primer monumento histórico en Alto Hospicio. Este sitio, que sabemos significa mucho para la comunidad local, tiene un gran valor arqueológico, histórico y social y se constituye como una verdadera cuna de nuestra identidad. Ha sido un proceso de varios años y quiero agradecer a todas las autoridades y actores locales que aportaron en esta declaratoria. Justamente ese entusiasmo y cariño de la comunidad será clave para dar nuevos impulsos a su puesta en valor”, afirmó el subsecretario del Patrimonio Cultural y presidente del CMN, Emilio De la Cerda.
El asentamiento minero San Agustín de Huantajaya mantiene aún buena parte su registro material, testimonio de la vida de hombres y mujeres de distintos grupos étnicos y etarios, que trabajaron en uno de los más importantes minerales de plata del sur del Virreinato del Perú. Y es que Huantajaya fue una mina que empezó a ser trabajada en período Inca, por lo que sus basurales históricos y ruinas de antiguas edificaciones entregan información de distintos períodos ocupacionales, en particular por sus tipos cerámicos y estilo de la textilería, casi perfectamente conservada.
Al respecto, la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Laura Díaz manifestó su alegría por el pronunciamiento. “Es una gran noticia para la región y responde al trabajo que se ha realizado por cerca de 10 años para lograr este anhelo para la comuna de Alto Hospicio y toda la región. Ahora solo resta acompañar al municipio en este importante desafío, que será dotar a este sitio de una serie de mejoras que irán en la línea de preservar y poner en valor a este sitio”.
Por su parte el director regional del Patrimonio, Manuel Pedreros dijo que “Vemos con satisfacción que se ha dado un importante paso para la protección legal de un sitio de gran valor histórico no sólo para la comuna de Alto Hospicio, sino también para la región de Tarapacá. Como Dirección Regional nos ponemos a disposición para acompañar el trámite final de declaración como Monumento Histórico y principalmente para apoyar la gestión y acciones de puesta en valor que este sitio requiere.”
El alcalde de Alto Hospicio Patricio Ferreira, que asistió como invitado a la sesión, agradeció a los consejeros por la aprobación de la declaratoria. “Este, realmente, se va a transformar algún día en un sitio histórico que muchos chilenos querrán visitar y conocer, porque su valor cultural e histórico es enorme. No solo por lo que vayamos a rescatar, sino por lo que va a significar para el desarrollo urbano de los hospicianos. Tenemos un plan de mediano y largo plazo, que tiene relación con el rescate de nuestro patrimonio y de Huantajaya en particular”, aseguró.
La declaratoria incluye los lugares más relevantes del sitio, muchos de ellos aún presentes y reconocidos en el catastro de sitios arqueológicos e identificados como los dos lugares más antiguos de explotación minera tanto indígena (Cerro San Simón) como colonial (Cerro San Agustín), y a sus pies el sitio llamado “El Hundimiento”, el asentamiento colonial donde se emplazó el pueblo minero de Huantajaya, sus calles, la iglesia de tablas, el cementerio colonial, entre otros. Se suman otros como la “Quebrada del Obispo”, así como los principales caminos que unían el pueblo minero de Huantajaya con los pueblos más importantes de la Región.
Del asentamiento solo quedan las ruinas, pero es posible conocer -a través de acuarelas y fotografías- que la construcción que imperó en siglo XVIII se basó en el uso de rocas del lugar para pircados, paredes y basamentos y fibra vegetal en las techumbres (caña, totora, etc). Es escasa la madera por la falta de este recurso en el lugar, por ello se destaca la iglesia, que como se ha podido corroborar en imágenes fotográficas posteriores, era exclusivamente de madera. Hoy, se conserva el trazado de las calles originales, parte de las bases y muros de casas y patios interiores. El mayor valor está en sus basurales históricos, algunos de ellos aún intactos conservan materialidad del siglo XVIII (textiles, cerámica, tela, metal, restos orgánicos entre otros).