- Columna del Intendente de Tarapacá, del lunes 28 de enero.
Estamos en pleno verano y la región recibe en esta época a la mayor cantidad de personas que la visitan desde otros lugares del país. Muchos de ellos provienen de países hermanos, con quienes compartimos un lenguaje o quizás más de alguna costumbre común, pero también hay otros que lo hacen desde los lugares más alejados que un mapa nos puede ofrecer.
La comunión del mar y el desierto, nuestra cultura, danzas, productos, clima e incluso nuestra manera de ser, son algunos de los ganchos que permiten que este interés se traduzca en la llegada masiva de turistas a nuestro territorio.
Por eso hoy, desde esta columna, deseo que podamos reflexionar sobre nuestro rol ante el turismo y en ese escenario creo que es muy importante que en primer lugar le demostremos al viajero cuánto queremos a nuestra región. Para eso será muy relevante que hablemos bien de Tarapacá, que destaquemos sus virtudes y que seamos positivos a la hora de promocionar todas las maravillas que nos entrega.
También creo relevante que podamos demostrar este afecto con actitudes diarias, como cuidar la forma en que manejamos los residuos que generamos, nuestra limpieza, el orden, pero también la amabilidad, el acoger a quien nos visita y prestarle asistencia ante una duda, consulta e incluso cuando nos solicitan ayuda. Muchas veces un saludo acompañado de una sincera sonrisa puede marcar una gran diferencia y alegrarnos el día.
Todo lo anterior no quiere decir que ante los problemas escondamos la basura debajo de la alfombra. La falta de equipamiento, infraestructura o las distintas mejoras que debemos realizar son un desafío permanente del que debemos ocuparnos y por ello trabajamos y lo seguiremos haciendo. La invitación es a ser positivos, demostrativos, empáticos y amables, tal como nos gusta que nos reciban cuando vamos a conocer otros destinos.