Una visita a la localidad de Coscaya, comuna de Huara, efectuó la seremi de Bienes Nacionales, Pilar Barrientos, respondiendo a una invitación del presidente de la comunidad indígena, Elías Mamani, quien quería que la autoridad conociera esta zona con gran presencia de vestigios arqueológicos, que lamentablemente han sido arrasados y que ellos desean proteger.
Una vez en el lugar, la autoridad recorrió el cerro Piedra Azul, donde constató en terreno la presencia de una gran cantidad de gentilares (construcciones de piedras con forma de esfera y rectangulares de carácter sagrado) en cuyas inmediaciones aún se encuentran trozos de cerámica.
Según explicó el líder de esta comunidad aymara, Elías Mamani, lamentablemente todo este patrimonio ha sido arrasado con el paso de los años, ya que en el lugar antiguamente se encontraban joyas y otros enseres de carácter ceremonial, lo que ha sido avalado por investigaciones arqueológicas.
Otro sitio de gran valor patrimonial para este poblado son dos relojes solares de la época incaica (Intiwatana) uno de los cuales fue dañado el año pasado, los cuales requieren urgente del algún tipo de protección.
«La idea de esta visita era que la seremi viera lo que se está pidiendo y lo que se está colocando en valor”, enfatizó Elías Mamani, quien también es consejero del Área de Desarrollo Indígena (ADI) Tarapacá Bajo, y precisó que la intención de sus representados es contar con una concesión que sea manejada por la propia comunidad indígena.
Por su parte, la seremi de Bienes Nacionales, Pilar Barrientos, agradeció la invitación que le permitió conocer este territorio. “La protección de este sitio tiene que ser directa y tiene sentido de urgencia, para rescatar este maravilloso patrimonio arqueológico para las generaciones futuras”.
La visita permitió además fiscalizar una solicitud de título de dominio gratuito de una pobladora que cría animales y reside todo el año en Coscaya, quien había iniciado el trámite para acceder a la propiedad.
Asimismo se recogió la inquietud de la comunidad aymara de Pachica, representada por su primer director, José Saldivia, quien expuso la necesidad de contar con algún mecanismo de protección de los sectores denominados Infiernillo y Quebrada del Diablo, requerimiento que la autoridad se comprometió a estudiar.