Ayer domingo finalizó una importante iniciativa de participación ciudadana para definir el color de la fachada del Teatro Municipal de Iquique. Más de tres mil personas llegaron a votar en el frontis del inmueble, en un acto democrático que ha permitido poner en evidencia la opinión de la ciudadanía respecto a la conservación de nuestros monumentos, además de reactivar vínculos en el territorio, como identidad y memoria urbana.
Fue un acto ejemplar que contó con la participación de personas de distintas edades, permitiendo interesantes diálogos entre autoridades, ciudadanos, gestores culturales, vecinos y turistas. Todo ese clima en el lugar (también se habilitaron otros puntos), se produjo ante un imponente edificio que para esos días pudo ser descubierto para mostrar a la comunidad parte del trabajo de restauración que realizan especialistas de distintas áreas.
Dentro de sus distintas acciones, el rescate patrimonial genera líneas de interacción tan importantes como la identidad cultural. Nuestras áridas tierras concentran construcciones, monumentos, conjuntos urbanos y sitios distribuidos hasta en el último centímetro cuadrado de nuestra región.
Con ello, quiero decir que para el gobierno la conservación de nuestra historia es un tema de suma importancia. Es por ello que estamos comunicando cada acción que realizamos al respecto para que exista compromiso transversal entre todos los actores relevantes, que en definitiva somos todos. Necesitamos proteger nuestra identidad histórica, patrimonial y cultural, donde los ciudadanos son pieza clave y grandes aliados en esta cruzada.
Hago un llamado a extender esa mirada sensible que suele invadirnos al visitar monumentos arquitectónicos y sitios de interés en el Día del Patrimonio, a una decisión permanente de cuidar cada pedazo de nuestra tierra. Al contarnos nosotros mismos esa historia, estaremos mirando el territorio desde otro horizonte, donde el pasado no quedó atrás.