Agricultores agroecológicos de la macrozona norte alcanzan certificación orgánica

Productores de quínoa y recolectoras de hierbas pertenecientes a cuatro asociaciones indígenas aymara de la comuna de Colchane en la región de Tarapacá, son los primeros agricultores agroecológicos de la macrozona norte en obtener su inscripción en el Sistema Nacional de Certificación Orgánica del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

La ceremonia de entrega de la resolución que acredita como Organizaciones de Agricultores Ecológicos (OAE) a las Asociaciones Indígenas Aymar Warmi, Monte Huanapa, Suma Juira y Juira Marka pertenecientes a las localidades de Colchane y Cariquima, fue entregada por el intendente de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada.

“Este es un reconocimiento que realiza el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera al trabajo que desde tiempos ancestrales vienen desarrollando en agricultura orgánica nuestros productores en el altiplano. Son más de 100 pequeños campesinos pertenecientes a la etnia aymara que a contar de ahora podrán iniciar su proceso de autocertificación como agricultores agroecológicos, para posteriormente comercializar un producto con un estándar de calidad debidamente certificado, lo que constituye un claro elemento diferenciador y de mejora en los ingresos en el contexto de la agricultura familiar campesina”, señaló el intendente Quezada.

ACOMPAÑAMIENTO

Pero la certificación es el fin de una etapa que comenzó en septiembre de 2017, a través de un convenio entre INDAP y la Municipalidad de Colchane, que permitió contratar a una consultora para iniciar el proceso de certificación. Esto se realizó como una acción formativa que figura en el plan anual de trabajo del equipo del Programa de Desarrollo Territorial Indígena, PDTI de la altiplánica comuna.

Intendente Quezada encabezó la ceremonia de certificación de los primeros agricultores orgánicos de la macrozona norte. 10-07-2018

A ello se suma un curso de tres meses sobre la Ley 20.089, de Certificación orgánica, que les permitió mejorar los registros de producción, aprender sobre el manejo integrado de plagas, suelo y fertilización orgánica, entre otros.

En febrero pasado, los productores iniciaron un nuevo proceso de acompañamiento para aprender a completar sus cuadernos de campo (para llevar registro de su producción) y perfeccionarse en la autocertificación, es decir que serán los mismos agricultores quienes realizarán la autorregulación y certificación entre ellos, cuidando que todos respeten las normas que este proceso demanda.

Las recolectoras de yerbas podrán vender sus productos orgánicos inmediatamente recibida la certificación. En tanto los quinueros inician una etapa de transición, que en esperan se extienda por un periodo no mayor a los 12 meses, durante los cuales serán constantemente fiscalizados por personal del SAG, que debe corroborar en terreno que todos los procesos para la producción de la quínua sean efectivamente orgánicos.

Por su parte, el director regional del SAG, César Cardozo explicó que las cuatro Asociaciones Indígenas Aymara de la comuna de Colchane se suman a las diez agrupaciones que forman parte a nivel nacional del Sistema de Certificación de Productores Orgánicos Agrícolas, “por lo que su incorporación constituye un verdadero hito para la macrozona norte, ya que desde la región de Arica y Parinacota hasta Valparaíso, no existen productores que cuenten con este reconocimiento otorgado por la Ley 20.089 que establece que las denominaciones de orgánico, ecológico o biológico sólo pueden estar contenidas en productos que han sido certificados por una empresa inscrita en el Registro SAG o bien provenir de un sistema de organización social formalizado”, acotó.

En tanto, el seremi de Agricultura, Fernando Chiffelle destacó el compromiso asumido por las agrupaciones productoras de quínoa y recolectoras de hierbas silvestres, al sumarse al desafío de la agricultura orgánica, “que implica desarrollar un sistema de producción integral donde la base es no ocupar productos agroquímicos que puedan alterar la calidad del producto ofrecido. La agricultura orgánica nace por la exigencia de los propios consumidores que están cada día solicitando productos más inocuos, de mejor calidad y amigables con el medio ambiente”, recalcó.

Asimismo, Iván Cerda, director regional (s) de INDAP Tarapacá, aseveró que “esta certificación implica cerrar una de las etapas del permanente trabajo que realiza INDAP en conjunto con las demás reparticiones del sector agroproductivo, mancomunadamente con las organizaciones involucradas, para luego dar inicio a aquellas más complejas y que para esta región representarán todo un reto, como obtener resoluciones sanitarias e iniciar el camino de la comercialización a través de encadenamientos formales”.

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