No solo el cariño de sus seguidores se llevó el Papa Francisco tras su primera visita a Chile, pues en cada ciudad que visitó las muestras de cariño no se hicieron esperar. Por supuesto que en Iquique no fue la excepción y a manos de la intendenta Claudia Rojas Campos, el Sumo Pontífice recibió un poncho de cacique que confeccionó la artesana textil aymara Albina Choque Challapa, quien recibe apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario, (INDAP).
La entrega de la prenda textil se realizó en el aeropuerto internacional Diego Aracena de Iquique, cuando el Papa iniciaba su viaje a Perú, siguiente país en la gira latinoamericana. Esta fue la ocasión para que la máxima autoridad regional le regalara la tradicional prenda que tejió la artesana, quien aseguró sentirse contenta ante la posibilidad que tuvo y detalló que la historia del poncho es muy particular.
Esta se remonta a 1985, año en que Albina llegó hasta Cariquima, en la altiplánica comuna de Colchane, junto a su esposo, Alejandro, para plantar quinua, el ancestral grano de vital importancia para la cultura aymara. El pago por este trabajo fue realizado en fina lana de alpaca gris que Albina usó para tejer una pieza única, un poncho de cacique para su amado. Fueron más de 4 meses de trabajo para torcer firmemente la lana de camélido y confeccionar un tejido resistente al agua y al daño del viento. Una prenda que protege de las inclemencias y además cuenta con finas terminaciones y detalles de la cosmovisión andina. Una pieza única.
El esposo de Albina lamentablemente falleció antes de alcanzar a usar el poncho de cacique, y desde entonces Albina mantiene la prenda resguardada en su hogar como una prueba viva de su amor, que a su vez evidencia su excelso trabajo en tejidos, que la llevó a adjudicarse el 2014 un Sello de Excelencia en Artesanía, reconocimiento que entrega el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Sobre este valioso e histórico regalo, la intendenta Rojas señaló que «Estamos muy contentos como Gobierno Regional por haber tenido la oportunidad de regalarle al Papa Francisco un tejido muy hermoso y característico de Tarapacá. Conocí a Albina, ella me contó la historia detrás de la manta aymara y consideramos que el peso y emoción de esa historia, más el esfuerzo y dedicación de nuestras mujeres tarapaqueñas, era el obsequio apropiado para el Santo Padre».
La reconocida artesana hoy integra la Agrupación Indígena Taller Kumire, que funciona en Pozo Almonte y agrupa a casi una veintena de hombres y mujeres que se dedican al tejido. Ellos reciben apoyo de INDAP -entre otros- para desarrollar distintos proyectos.
Raúl Quinteros Opazo, director regional (s) de INDAP Tarapacá, afirmó sentirse muy orgulloso por el hecho que una artesana que participa en los programas de INDAP, sea quien entregue al Papa una muestra del delicado trabajo textil en lana de camélido que representa tradiciones y cultura del pueblo aymara.