La Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, DIBAM, informó que la Iglesia San Marcos de Mamiña, en la comuna de Pozo Almonte, se convirtió este martes en Monumento Nacional reconocido por la Estado de Chile, tras la publicación en el Diario Oficial del Decreto N° 132, que la declara oficialmente como testimonio del encuentro temprano entre las culturas originarias y los colonizadores españoles.
La iglesia se ubica en el poblado de Mamiña, en la precordillera, a 2.700 metros de altura y a 125 kilómetros de Iquique, y su población es originaria de la Comunidad Indígena Quechua de Mamiña.
La primera construcción con fines religiosos del periodo hispánico probablemente fue un pequeño oratorio de piedras, cañas y barro como techumbre. En 1632 se construyó el Templo San Marco de Mamiña, sobre un pequeño afloramiento rocoso de liparita o pumita (piedra rosada), en un espacio de uso prehispánico con importancia simbólica para las comunidades originarias. Existía en el lugar un cementerio prehispánico, según manifiesta la oralidad local, que incluye descripciones de pobladores sobre hallazgos en trabajos de mantenimiento a principios del siglo XX y en la década de 1950.
La iglesia fue erigida con tecnología local, utilizando minerales no metálicos, piedras, arcilla, barro, madera, pastos duros, moños de trigo con técnicas tradicionales locales como el adobe, el mortero de barro, techado de mojinete y trabajo de piedra canteada. Con impronta neoclásica en su altar mayor y retablo, se presume que las naves o capillas actuales son del templo original y la actual entrada y retablo una ampliación realizada a fines del periodo colonial.
“La iglesia es un centro religioso activo, donde la comunidad mantiene sus tradiciones vivas, tanto a través de las festividades religiosas tradicionales como por medio de la administración tradicional, en donde un fabriquero es el encargado de su conservación y un alférez el encargado de la organización de las fiestas o de la continuidad de la expresión de su fe en ellas”, dijo Ana Paz Cárdenas, Secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales al destacar la distinción entregada.
La iglesia ha sido el epicentro de una intensa actividad cultural expresada en sus festividades. El calendario de fiestas de la Iglesia de Mamiña, con procesiones, bandas, bailes y cantos tradicionales, incluye la Pascua de los Negros (5 y 6 de enero); Misa y procesión del 6 de enero; Fiesta de la Candelaria (2 de febrero); Semana Santa; Fiesta de San Marcos (25 de abril); Fiesta del Señor y Pentecostal (3 y 4 de junio); Fiesta de la rueda / octava (1 a 10 de octubre); Día de los difuntos y visita al cementerio (1 y 2 de noviembre); Misa en la noche (7 de diciembre); Misa de primera comunión (8 de diciembre) y Misa de la noche canto de los pastores (24 de diciembre).
La iglesia ha sido objeto de reconstrucciones por acción comunitaria luego de incendios y terremotos; luego del terremoto de 2005 la iglesia fue recuperada con recursos aportados por una empresa minera. En enero de 2017, el templo religioso fue afectado por un incendio que no llegó a comprometer su estabilidad.
En términos urbanos, la Iglesia se configura como un hito que determinó la conformación del poblado a su alrededor.
En términos arquitectónicos y constructivos, sus torres de acceso, nave principal y capillas laterales, construidos en base a materiales y técnicas locales, reflejan el encuentro entre el mundo andino y el español y son testimonio del Barroco Andino.
La historia constructiva de la Iglesia, que luego del incendio de 2017 mantiene atributos esenciales que expresan su valor, está labrada por el involucramiento de la comunidad a través de sucesivas obras de reconstrucción y conservación. Ahora, en el marco del programa Puesta en Valor del Patrimonio, este involucramiento y este sello histórico del bien podrá activarse nuevamente con apoyo del Estado, bajo los estándares propios de la conservación de patrimonio.
Fuente: DIBAM